viernes, 24 de octubre de 2008

Delincuencia en Guayaquil


Delincuencia en Guayaquil

Después de leer los diarios de la ciudad donde se verifica que la delincuencia a aumentado a nivel país y lo más importante vivir a constantemente en este descarado aumento de la inseguridad, decido emitir mi opinión para aquellos que siguen creyendo que tan solo es una “percepción” de los medios de comunicación el dicho aumento de la inseguridad; “percepción” Realidad diría yo es solo cuestión de estar en las calles, conversar con amigos y familiares, sobre los asaltos de todos los días.
Ayer en horas de la noche conversaba con un compañero de universidad, que fue asaltado horas antes de llegar al recinto universitario, en una de las líneas de buses que lo llevan hasta la facultad, para ser exacta en la línea 42, relataba mi compañero que a la altura del hogar San José, toma el bus una señora mayor y con ella suben tres hombres más, y el bus al dirigirse hacia el paso a desnivel, ubicado entre plaza dañin que pasa por encima de la francisco de orellana y que concluye en Plaza Quil, la señora y los hombres empiezan a gritar esto es un asalto la señora si cabe llamarla así es la encargada de revisar tanto hombres como mujeres, a el lo reviso y dijo aquí tiene el celular, uno de los tipos estos le dijo, #$C@@%·#fyd mueve dame el celular, y así fue con los demás le robaron al chofer del bus y se quedaron muy tranquilos una vez que bajaron del paso a desnivel. ¿Esto que ocurrió es una percepción? O es que el caso de mi compañero es un caso extremo en una ciudad, donde los habitantes estamos en nuestras casas y negocios encerrados tras rejas de máxima seguridad, mientras los delincuentes andan completamente libres.
Otro acierto de nuestras autoridades parece ser protección al delincuente a toda costa, pues ahora los medios de comunicación no podemos mostrar sus rostros, por Dios en donde estamos como la comunidad va a poder reconocer a los delincuentes, para poder hacer una denuncia, se respetan los derechos de los delincuentes pero no los de los ciudadanos decentes que cumplimos con nuestras obligaciones.
A las autoridades competentes empezamos a razonar, y a creer lo que se escucha en las calles “la inseguridad ya es de todos”.

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