lunes, 29 de diciembre de 2008

¡Perdonar! No es lo mió



Puedo llegar a disculpar a alguien, pero perdonar eso no es lo mió.
Hace algún tiempo tuve un desacuerdo, con alguien a quien quería mucho (y digo quería porque hoy estoy más que segura que ya no quiero a esa persona) y a causa de aquella persona escribí Decepción: Las consecuencias de un grito.

Y es que no me parece que en un momento de ira podamos maltratar a una persona, y es que el maltrato no es solo físico, sino también psicológico, un grito, una palabra tiene más huellas que un golpe, aunque suene ilógico.

Pensemos que tenemos una tabla y cada vez que ofendemos a alguien con un grito o una frase despectiva, colocamos un clavo en dicho trozo de madera, y una vez llena de clavos, cada vez que hagamos algo bueno por ese alguien le quitamos uno de los clavos que martillamos en aquella madera, nos damos cuenta de los agujeros que tiene, de la misma manera son las heridas que no se borran de la mente de la persona que herimos.

Dicen algunos un golpe se borra pero una palabra no, que las palabras duelen más que los golpes (Y no lo tomen como masoquismo) Y es verdad yo no puedo olvidar a todas la personas que me han dicho algo malo y jamás podré ser buena con ellos. Es que para mí perdonar es olvidar, y yo tengo una memoria magnifica que no olvida fácilmente, por ello puedo disculpar pero jamás perdonar.

Han escuchado aquello de que con coraje decimos cosas que no quisimos decir, pues para mí eso es UNA GRAN MENTIRA, con coraje decimos lo que sentimos pero no de la manera que debemos de decir.

Para la próxima vez que le gritemos a alguien, o lo juzguemos pensemos en cuanto rencor puede almacenar su cuerpo, pensemos en lo bueno que ha sido con nosotros, en cuanto ha hecho por nosotros, los momentos felices vividos y luego de pensar eso si tenemos un reclamo que hacer, entonces nos toca hacerlo con altura, con educación, con estimación, demostremos que somos valiosos como seres humanos.

2 comentarios:

Mayra Gutierrez dijo...

Hola como le va? le voy acompartir algo sobre el perdon que llego a mi correo, espero le guste y le sirva.

P E R D Ó N

El perdón es una expresión de amor.
El perdón libera de ataduras que amargan el alma y enferman el cuerpo.

Muchos de nuestros intentos de perdón fracasan pues confundimos esencialmente lo que es perdonar y nos resistimos ante la posibilidad de empequeñecer los eventos ocurridos u olvidarlos.

El perdón no es olvido, no es olvidar lo que nos ocurrió.
No significa excusar o justificar un determinado evento o mal comportamiento.
No es aceptar lo ocurrido con resignación.
No es negar el dolor.
No es minimizar los eventos ocurridos.

Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó.
Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.
Creemos erradamente que el perdón debe de conducirnos inexorablemente a la reconciliación con el agresor.
Pensamos que perdonar es hacernos íntimos amigos de nuestro agresor
y por tal motivo lo rechazamos.

No implica eso para nada, el perdón es UNICAMENTE PARA TI y para nadie más
No hay que esperar que la persona que nos agredió cambie o modifique su conducta pues lo más probables es que ésta persona no cambie y es más, a veces se ponen hasta peor.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento.
Te tiene encadenado.
El perdón se debe de realizar "sin expectativas" sin esperar que nada suceda.

Si esperamos que el agresor acepte su error, estaremos esperando en vano y gastando nuestro tiempo y nuestras energías en una disculpa que jamás llegará.
Si estamos esperando esta reacción, luego de haber perdonado, pues realmente no perdonamos de corazón pues seguimos esperando una retribución, un resarcimiento.

Seguimos anclados en el problema, en el ayer, queriendo que nos paguen por nuestro dolor.
Entonces no hemos perdonado, y quien tiene el control de nuestra vida es el EGO.
EGO que quiere a toda costa castigar o cobrar al agresor.
No existe nada ni nadie que pueda resarcir el dolor ocasionado en el pasado, el pasado no tiene cómo ser cambiado.

Ningún tipo de venganza o retribución podrá subsanar los momentos de tristeza y desolación que vivimos, lo mal que nos sentimos.



Al esperar una disculpa, que se acepte el error; nada de eso cambiarán los hechos, lo ocurrido en el pasado, sólo estaremos queriendo alimentar nuestro ego, nuestra sed de justicia mal enfocada.
La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes

El perdón es una declaración que podemos y debemos renovar a diario.
Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas
Perdonando desde nuestro corazón, logramos mirar los hechos tal y como sucedieron
y luego decidimos dejarlos ir, dejarlos en el ayer.

Aceptamos que somos APRENDICES!
Que la lección ya se encuentra aprendida y que hemos logrado vencer las circunstancias negativas que nos tocaron vivir.

Perdona para que puedas ser perdonado.
Recuerda que con la vara que mides, serás medido...

Alli donde radican nuestras debilidades
van a extraviarse nuestras exaltaciones.

Mayra Gutierrez dijo...

que Hay Rossy no se poque salio ese nombre (mayga cristne souza) en el comentario que le realice sobre este blog

Soy Mayra Gutierrez de Mera